Telluride se solidariza con Palestina

Por Julia Caulfield

Es una mañana de sábado ventosa, con el viento azotando el cañón.

Una treintena de telluridanos, jóvenes y mayores, permanecen frente al Palacio de Justicia, cantando, compartiendo historias, mostrando su apoyo al pueblo de Palestina.

"Tenemos que conectar con nuestra humanidad porque se trata de una cuestión de derechos humanos", afirma Tabassum Siddiqui, una de las organizadoras de la marcha. "Están pasandohambre. Se les aterroriza. Este es el acto y la función del sionismo. Este es el acto y la función del colonialismo de los colonos blancos. Es la supremacía blanca. Esto es capitalismo racial. Si crees que esto tiene algo que ver con el judaísmo, en absoluto".

Telluride se sumó al Día Internacional de la Solidaridad, en el que millones de personas protestaron en todo el mundo para apoyar a los palestinos y a los habitantes de Gaza.

Lauren Norton, otra de las organizadoras, afirma que es importante que Telluride mire más allá de sus montañas.

"A veces sentimos que estamos separados del resto del mundo en nuestra caja cañón. Podemos encerrarnos y mirar mucho hacia dentro, lo cual está muy bien", dice. "Pero hay momentos en los que tenemos que levantarnos y decir que formamos parte de un sistema mayor, del mundo en general, que todos estamos conectados. Y tenemos que formar parte de esto tanto como los demás".

Aunque la marcha se centra en los bombardeos en Palestina, Siddiqui, y muchos de los miembros que se reúnen, establecen conexiones con otras partes del mundo.

"Haití está bajo la ocupación de este tipo de sistema. En todos los países posibles que se te ocurran", dice Siddiqui. "En el Congo, en Sudán, en Yemen, en Irak, en todas partes".

"Mi abuelo escapó de Alemania y del genocidio de allí. Mi abuela dejó una dictadura en Chile, respaldada por Estados Unidos y el imperialismo estadounidense", subraya un manifestante. "El cambio puede producirse. La gente lucha por ello todo el tiempo. Es la gente más desfavorecida la que lucha siempre por ello, y la gente más privilegiada la que lo ignora, siempre. Lo llevamos en los huesos. Está en nuestra sangre. Y si no lo sientes, has perdido tu alma. Los indígenas hablan de la pérdida del alma. Has perdido tu alma. Necesitamos cambiar el mundo", dice, "es posible. Yo sé, porque vive en mi sangre. En mi sangre, la guerra".

A lo largo de la marcha, los manifestantes subrayan la importancia de la conexión y la humanidad compartida con los habitantes de Gaza.

"A veces siento que estoy alejado de muchas de las cosas que ocurren, aunque las veamos en Internet todo el tiempo. Incluso con pequeños actos de protesta y haciendo oír nuestra voz", afirma Ian McMullen, manifestante. "Defender a personas que están al otro lado del mundo, a las que ni siquiera conocemos, es como establecer una conexión humana más profunda".

Es una marcha pequeña, pero eso no desanima a los reunidos. Para Siddiqui es un punto de partida.

"Estamos aquí porque queremos construir un mundo diferente para nosotros. No queremos un mundo de sufrimiento. No queremos un mundo de opresión", afirma Siddiqui. "Ese no es el mundo en el que quiero vivir. Ese no es el mundo que quiero para nuestros jóvenes".

Manifestantes marchan por Main Street con pancartas que dicen "Financiemos las comunidades, no el genocidio", "Estoy con Palestina". Los organizadores aún no tienen previsto otro acto, pero dicen que habrá más.